Con el buen sabor de boca por la participación en la primera edición, este año de nuevo un buen grupo de Asfocal participó en tan codiciado rally.
El día amaneció lluvioso y bastante encapotado, pero no fue inconveniente para que los 2 autobuses dispuestos se completaran, comenzamos ruta visitando bodegas Finca de Los Arandinos en Entrena, donde además de visitar la sala de barricas y degustación pudimos descubrir un coqueto hotel con encanto donde relajarse, los “click” de nuestras cámaras no dejaban de sonar.

Trípode y cámara en mano para llegar a nuestro segundo destino, esta vez en Bodegas Campillo de Laguardia, ruta por la bodega para deleite de nuestro olfato donde poder respirar la fragancia de las barricas, y de la vista por ser una de las pioneras en La Rioja como proyecto arquitectónico, lo que dio bastante juego en la toma de nuestras fotografías. El regalo de la botellita de vino como despedida fue todo un detalle.


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Avanza la mañana y el turno es ahora para Bodegas Altanza en Fuenmayor, despliegue de equipos por aquí y por allá, cualquier rincón, cualquier motivo es válido para inmortalizar,  aunque se hizo hincapié en la  gran sala de barricas de roble francés.  Un tentempié regado con buen vino hizo que tomásemos fuerzas, y que disfrutásemos de un buen rato con instantáneas divertidas del momento a golpe de disparador. Una pena que el terreno estuviera tan embarrado porque las viñas a pie de bodega tenían unos colores cálidos dignos de ser fotografiados.

Nuestra cuarta visita  fue a Bodegas Riojanas en Cenicero, sus rincones están impregnados de historia y nos hablan de la pasión de sus vinos, un placer poder inmortalizar la zona del “castillo” y perdernos por su torreón sin dejar de ejercitar el dedo índice. No debemos pasar por alto el agradecimiento a unos embutidos y delicioso queso al que no hicimos ascos, acompañados por supuesto de ricos caldos de la casa.  Y para finalizar, recorrimos Bodegas Marqués de Arviza  también de Fuenmayor, una bodega con alma que se levantan sobre calados de los siglos XVI y XVII, además de sus estancias dedicadas a descubrir la historia y elaboración del rioja, cuenta con un restaurante en el que degustamos un delicioso menú. Y así es como llegó la despedida del II Rally del Rioja, una ruta con otra visión del vino en la cuna de su elaboración, cámara en mano,  intercambiando conocimientos, anécdotas….. en resumen, una agradable jornada que cuenta con una buena organización y del que todos mostramos nuestro deseo de repetir.
Fotos: Gumer, M Carmen Martínez, Luis Sáenz, Ana Domínguez y Julia Sánchez  /   Texto: Julia Sánchez

II RALLY FOTOGRAFICO DEL RIOJA CON ASFOCAL

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